Un año movidito. Y precioso


…2010…
Es difícil resumir 365 días tan intensos en un puñado de líneas. Si por algo destaca este 2010 es por los cambios.

El miedo de cada fin de semana de volver a Elche, se convirtió al fin en alegría. Allí se creó un vínculo tan grande entre nosotras, que acabaríamos siendo una verdadera familia, con Nochebuena propia y todo. Además de encontrarme con gente maravillosa, gracias a la que ya tenía. El piso dejó de llamarse tal, para comenzar a ser mi segunda casa.

Allí he vivido fiestas, mucho estudio (con mucha recompensa), algún que otro disgusto, dejar a gente que me importaba mucho por el camino... pero sobre todo alegrías.

Mi segunda familia de Albacete, dejó de serlo. Lo que no implica que para mí hayáis seguido siendo parte de la mía, queriéndoos cada día más. Habéis vuelto a cuidarme una y otra vez, y mira que este año he sido peor que una adolescente rebelde. Porque si por algo destaco este año es por mis continuos desfases (a todos los niveles), errores (que cometería otra vez) y locuras. Carnaval, viajes a Benidorm, mucho fútbol (y mucho futbolista), cumpleaños, barbacoas, conciertos, cervezas, radio, mini-feria…
También ha sido un año de echar de menos. La ida de Larissa, o dejar el piso traicionó mucho a mi ñoñería.

Mi familia, la biológica, se ha unido de nuevo. Ésa no se separa, ni dejará de protegernos a todos. No sin olvidar las risas y las fiestas, juntos. Ya se sabe: cosas de Cifuentes. Cosas de que los primos preciosos, que tanto se quieren, de los que tanto aprendo, los que me curan con sus “terapias”, los que me hacen saber que la familia no se elige, pero si se pudiera, serían ellos. Andrés, lo ha vuelto a hacer, y ha vuelto a ser el “primo” de mi vida. Y Sonia, ha seguido siendo mi geme-prima. Y los 10, los 10 Cifuentes han sido mi alegría de cada fin de semana.

Pero sin duda, si alguien ha cambiado este año, ésa he sido yo. Poco o nada me reconozco en la Llanos del año pasado. Para bien o para mal.

Sin embargo, ¿qué sería de mí sin todos vosotros?

A ver, ¿qué hubiera pasado si Silvia no hubiera perdonado mis errores? Ella supo aceptar todos mis cambios, una vez más, y además supo quererme con ellos. De no ser por ella, mi vida en Elche hubiera sido mucho más gris, y la de Albacete más negra. Nuestras locuras, risas, confidencias y demás por el levante o por la Mancha, siempre son de agradecer. Porque a ella le debo mucho.

Como que sin ella tampoco habría aparecido en mi vida el Cabe, la única persona capaz de hacer que ir a la biblioteca a estudiar, se haga con ganas. Lograr hablar de temas tan “bonitos” cada día y que te entren ganas de pasar más minutos con él…

A veces pienso, que de ser hermanos, Álvaro debería ser el mayor de los dos. Es mi compañero de trastadas, ideas y locuras cuando ha de serlo, pero siempre sabe cuidarme. Incluso con sus piques. Podría haberme abandonado, motivos tiene de sobra y no lo ha hecho jamás.

Abandonos, son los que nunca sufrirá Rakel mientras yo esté cerca. A pesar de algún que otro altibajo (una más que otra) este año, las dos hemos sabido salir a flote. ¿Cómo? Como siempre: juntas. Las chicas de la piruleta, dudo que se alejen nunca.

Y aunque me saque de vez en cuando de mis casillas, la vida no tendría la emoción y la alegría que tiene, de no ser por Morote. Mi rubio, el que parece que te odie, pero siempre sabes que te quiere mucho. Porque no falla. Nunca.

Ni siquiera desde Alemania ha fallado ella. Larissa, sigue siendo la de mis amores, por mucho que la haya echado de menos estos meses. Cada día, de un modo u otro, ha sabido quererme como sólo ella sabe. Los Km. no son problema para nosotras.

A Km. mentales parecía que nos íbamos a poner Raúl y yo. Demasiadas locuras que parecían ir a trastocarlo todo, no han hecho más que reforzar nuestra amistad de más de media vida.

Las distancias se acortan si uno quiere, y es algo que he aprendido con Raquel y Adela, en nuestras mañanas de estudio y nuestras tardes de paseo, plagadas de risas, cotilleos, chucherías y demás cosas de las nuestras.

Pocas chucherías y mucho carbón debería tener Nacho conmigo. Lejos de perderle, se quedó conmigo. Encima, me volvió a mostrar miles de cosas, porque de él siempre hay algo nuevo que aprender.

Como aprender que los amaneceres de los domingos en Albacete son bonitos, con Maripi. O que hay amigas que lo pueden dar todo en la biblioteca, una tarde de charlas y confidencias o una noche de fiesta. Una cari, amante o lo que quieras. Pero mi amiga.


¡Pum! Los petardos nunca más me darán miedo. He aprendido de la mano de uno tantas cosas… Y es que Antonio, no se ha perdido ni uno de mis avances, enseñándome algo nuevo en cada paso. Creo que aquí queda traca (nunca mejor dicho) para rato.

Hay partidos de la vida (y del fútbol) que se viven mejor en buena compañía. Y si esa compañía se llama Paco, mejor que mejor. La persona que te vea cuando te vea, te arrancará una sonrisa.

Igual que te la puede arrancar un reencuentro. Kote, alguien que en un pasado no muy lejano suponía un simple “hola” y con el paso del tiempo, pasó a ser un “horas y horas de conversación”. Un amigo, oiga.

Como si hubiera sido tu conciencia la que te lo hubiera dicho. Claro, Vicky siempre aparece para indicarme el camino “correcto”.

Javi no sé si me llevara por el buen camino, lo que está claro es que yo le debo de llevar por el de la amargura con tanto rayamiento de conversaciones que tenemos. Es lo que tienen los camaradas, sillas, hermanos y un laaaargo etc.

En estudiantax si que tuvimos conversaciones raras. Sílvia, Cris, David y yo podíamos estar hasta el amanecer hablando de todo y de nada, riendo, llorando, bebiendo, comiendo, bailando o lo que hiciera falta. Era como estar en casa. Era como llegar a estudiantex` flat. Allí fue donde crecí al fin.

Sal de estudiantax, que la ciudad de las palmeras tiene mucho que ofrecer. Por ejemplo, una manchega que es como un sol que te alegra cada mañana. Se llama Vero y es una chica que siempre va a estar para sacarte una sonrisa y ayudarte a ponerte las pilas.

Pero si quieres aprender, lo mejor no estará en la uni. Casi mejor quédate con Aitana. No sabes la de cosas que te va enseñar. Como por ejemplo, a reír cada día. Aunque eso más bien, lo lleva ella de serie.

Mi vida en Elche, no hubiera sido vida de no ser por ella. Ester, mi mitad. Casi se me va, pero al final, el destino quiso que no me quedara incompleta. Quiso que yo la quisiera cada día más y más. Mi lugar de Elche preferido es sin duda, ella.

Querer a Patri no fue complicado. Su alegría a pesar de todos los problemas, nos contagia a todas cada mañana. Así, poco a poco, se convirtió en otro pilar fundamental para mí.

De Carmen, ¿qué voy a decir? Si para algunos es hasta la madre de mis hijos. Espero que a ellos no los malcríe tanto como a mí… porque tanto mimo no puede ser bueno.

¿Y qué decir de Carlos, Marta, Jessy, Isa, Nadia, Claudia, Begoña, Bea e Iza? Ir a clase, nunca mereció tanto la pena.

Y así, entre todos, habéis hecho que mi 2010, sea de 10 =)

Gracias y espero que el 2011 nos traiga muchos más momentos juntos

Y aunque sé que todos esperábais mi montaje del paint...Hoy suena y se ve: