Esta semana saltó la noticia.
Unos padres denunciaban al profesor de su hijo por realizar una actividad para
concienciar contra la violencia de género durante el 25 de Noviembre. La
actividad en cuestión consistió en la proyección de la participación de Ana
Orantes en un programa de la televisión andaluza, en 1997, poco antes de que su marido la rociara con gasolina y la
quemara viva. La historia de Ana marcó un antes y un después. Era la primera
vez, en España, que una mujer narraba en televisión los malos tratos a los que
se vio sometida durante años. Estas declaraciones y su asesinato sirvieron para
que algo que siempre se había considerado como violencia pasional y dentro del ámbito doméstico, pasara a ser visto como un problema social.
En este grupo de podcast de Noemí López Trujillo
tenéis la historia al completo de la vida, muerte e influencia de Ana Orantes.
Ahora bien, ¿qué hecho
denunciable pudieron ver los padres en que su hijo visionara este vídeo? No era un
vídeo de un discurso político ni de ningún escritor o activista con una marcada
tendencia ideológica. Era un vídeo de una mujer que contaba el infierno que
tuvo que soportar. Ana y otras muchas mujeres han pasado y pasan por este
horror. Que un profesor quiera que sus alumnos tomen conciencia de este
problema social (hasta 99 asesinatos en este año relacionados con la violencia de Género) no me parece denunciable.
Yo misma he aportado en clase las
cifras citadas. Yo misma les riño cuando hacen bromas machistas, yo misma
intento hacerles ver que las mujeres aún no somos iguales, que corremos peligro
sólo por el hecho de serlo. Este año, por ejemplo, trabajamos en primero de
ESO el Día de las Autoras. El año pasado celebramos también el día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Ellos mismos se dieron cuenta pronto de la desigualdad existente.
También trabajamos en el aula por conseguir que palabras que tienen una
connotación negativa en femenino, signifiquen lo mismo que en masculino en el
ideario colectivo. Desde clase aportamos herramientas que potencien el respeto,
la igualdad y la no discriminación.¿Implica eso que cualquier día podría llegarme una citación para declarar ante un juez como a mi compañero?
Si nos acogemos al currículum
escolar, debemos fomentar esos valores de forma transversal; lo que quiere decir que debe trabajarse desde todas las asignaturas. Mi centro, por ejemplo, se ha adscrito
a un proyecto contra la violencia de género. Es decir, la ley nos ampara. Pero
aunque no lo pusiera por escrito, ¿qué clase de educación daríamos si no luchásemos
contra el machismo? El último escalón de la violencia de género es la muerte,
pero antes hay muchos otros peldaños que subir y que debemos destruir,
comenzando por pequeñas acciones y palabras. Trabajamos en centros de EDUCACIÓN
secundaria obligatoria. Creo que antes que Lengua o Matemáticas, debemos
enseñarles a ser ciudadanos con unos valores básicos que impliquen el respeto y
la igualdad. Sé que es una tarea compartida con los progenitores, por eso nosotros cumplimos con nuestra parte.
Esta denuncia no llegará a nada.
No hay por donde cogerla (por eso no comprendo que un juez la admitiera a
trámite ni que le hiciera pasar el mal trago al compañero de ir a declarar).
Competencia Clave establecida por la Orden ECD/65/2015 |
Pero con ella sientan un
precedente y nos lanzan un mensaje: “Vamos a por vosotros”. Sí, ese “a por
ellos” que coreaban los votantes de VOX, era un: “Vamos a por el inmigrante, a
por las mujeres, a por todos los que les apoyéis”. Porque, ¡oh, sorpresa! VOX ya se ha pronunciado a favor de la denuncia. Y esto, esto ya ocurrió en un pasado no muy lejano. No les interesa
que creemos mentes críticas y concienciadas.
No vamos a desistir. No vamos a
dejar de formar alumnos y alumnas que entiendan que cualquier tipo de
discriminación, por pequeña que sea, no es correcta. No vamos a respetar que
neguéis un hecho como la Violencia de Género. No vamos a respetar tampoco que
seáis racistas y no queráis que vuestros hijos se mezclen con inmigrantes
(verídico que una madre exigió esto en mi centro). Ni vamos a consentir que sigáis perpetuando la homofobia en las generaciones venideras.
Quieren que vuelva el miedo de otra época. Pero
no lo vamos a tener. Seguiremos peleando para que vuestros hijos tengan un
mayor respeto y criterio que vosotros. Y por supuesto, compañero, cuenta con nuestro apoyo.