Este microrrelato pertenece a un reto mensual elaborado por Maribel (Dos y veintidós) en el que usamos como inspiración una lista de términos. Este relato corresponde al día 9 de octubre.
Aquella tarde, al abrir el buzón, encontró un sobre que no parecía contener ninguna factura. Reconoció el nombre del remitente de inmediato. No caía en qué podía ser. Pero lo que estaba claro es que saldría de aquellos momentos monótonos que le había traído la jubilación. Enseñar era su vida. Y ahora se había acabado.
Era una tarjeta muy colorida y alegre, que le invitaba a asistir a una galería de arte. Se inauguraba una exposición de cuadros de la que se llamaba "el descubrimiento del año". No pudo evitar sonreír al confirmar que se trataba de quien pensaba. Al girar la tarjeta, había un mensaje escrito a mano: "Gracias por haber sido la única maestra que siempre me animó a hacer aquello que me apasionara y no dejarme creer que el arte no me daría de comer".