Este microrrelato pertenece a un reto mensual elaborado por Maribel (Dos y veintidós) en el que usamos como inspiración una lista de términos. Este relato corresponde al día 15 de octubre.
Las noches eran lo peor. El momento en que dejaban de ver con claridad y debían guiarse por los sonidos. Unos sonidos que podían provenir de animales que no vieran a tiempo. O peor. Que vinieran de personas.
Corrían muchos rumores acerca de aquellos a los que capturaban en mitad del bosque: a algunos les aplicaban la ley de fugas y eran asesinados por la espalda. A otros, los bajaban al cuartel del pueblo más cercano para torturarlos y, después, exhibir sus cuerpos como aviso para el resto.
Ayudarles estaba penado. Así que, cada vez eran menos quienes les donaban comida, agua o ropa.
Pensaba que se trataría solo de unos meses, hasta que Europa interviniera y declarara ilegítimo al golpista. Pero el resto de países hicieron la vista gorda, por lo que la vida de maqui, se estaba alargando. "Cada vez somos menos", pensaba cuando escuchó un extraño ruido. Después, silencio.
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