Silencio

Este microrrelato pertenece a un reto mensual elaborado por Maribel (Dos y veintidós) en el que usamos como inspiración una lista de términos. Este relato corresponde al día 5 de octubre.

Desde que recordara, se había movido sin hacer ruido. Las canciones y juegos estaban prácticamente prohibidos. Solo le estaba permitido leer, escribir o dibujar. No podía gritar de júbilo ni llorar con fuerza si se hacía daño. En su casa, no se cantaba el "cumpleaños feliz" ni se veía la tele. Las constantes jaquecas de su madre, marcaron su forma de ser.

Por eso, al comenzar la escuela, se sintió molesta al escuchar las canciones y las risas. Demasiados sonidos estridentes a su alrededor. En el recreo, huía al rincón más apartado del patio.
—¿Por qué estás aquí sola?— irrumpió una compañera un día en su refugio.
—Me gusta el silencio.
—Ah. ¿Me puedo quedar contigo en silencio?
Asintió casi por inercia.
Veinte años después, Lara y Paula siguen compartiendo cada momento de ruidos y silencios.